Foods (Tjalf Sparnaay)

El día 27 de diciembre de 2009 dejé de fumar. Era la primera vez que lo intentaba. Llevaba algo más de 15 años fumando, pero fumando bien. Durante la última etapa lo estaba controlando un poco, solo fumaba un paquete diario y, si se daba el caso, un paquete nocturno. Hubo épocas peores, en Madrid conocía a todas las estanqueras de mi barrio. Todavía recuerdo a Mari de la calle Bocángel, era muy buena gente.

No lo hice por salud, el tabaco nunca me sentó especialmente mal a ojos vista; probablemente esté podrida por dentro, pero no había síntomas externos.
Lo hice por una promesa.

Y así sin más, de un día para el siguiente, no me quedó más remedio que amputarme esa extensión de mi mano que me había acompañado durante tanto tiempo. En aquel momento pensaba que hubiera sido menos doloroso cortar el brazo entero, pero es obvio que no. Y no volví a fumarme ni un solo cigarrillo.

Entonces empezaron los otros problemas. Está claro que fumar mata, pero dejar de fumar también. Y el que asegura que dejar de fumar no engorda, miente vilmente. En mi caso, fue todo una consecución de hechos; la falta de nicotina me alteró los nervios, el estado nervioso alteró el hormonal, y la alteración de las hormonas produjo un montón de efectos indeseables: resistencia a la insulina, azúcar, acné, quistes, caída del pelo, etc. Resumiendo, dejar de fumar me hizo ganar 16 kilos en cinco meses y mucha mala leche.

Hasta ahora, nunca me había importado mucho lo que comía. No lo necesitaba. Comía lo que me apetecía y mi cuerpo lo utilizaba a su antojo. Alguna vez comencé una dieta, pero más por tontería que por necesidad. En las vacaciones solía coger dos o tres kilos, pero al volver a la normalidad de la rutina, todo volvía a su sitio.

Actualmente, vivo a dieta. Después de dejar de fumar hace ya tres años, la normalidad nunca regresó.

Y debe de ser por el hambre que me hago pasar, pero últimamente me atraen mucho las imágenes de alimentos; cualquier representación de comida, ilustraciones, fotografías, pinturas, …

Aquí os dejo una muestra de las obras del hiperrealista Tjalf Sparnaay, un pintor holandés que se dedica a pintar platos de comida cocinados en lienzos de gran tamaño. Vistos aquí, en la web, se pierde totalmente la escala y parecen simples fotos de comida. Pero aún así, no dejan de abrir el apetito.

Mas información en:
www.tjalfsparnaay.nl


«Fried Egg, 2013» – 75 x 100cm.


«Cheeseburger, 2012» – 50 x 70cm.


«Petit Four, 2011» – 45 x 60cm.


«Draadjesvlees» – 120 x 180cm.


«Very Large Salad Bowl» – 120 x 180cm.


«Lolly» – 150 x 100cm.


«Sorbet» – 150 x 100cm.

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